Palacio fundado en 1419 y posteriormente donado para convertirlo en Convento de las religiosas de la orden de Santo Domingo. Desde su fundación, las monjas (de este Monasterio de Sta. María de las Dueñas o de la Consolación), han dedicado toda su vida a la oración, estudio y trabajo.

El claustro que alberga, a parte de su belleza estética, da fe de esta vida de retiro y de paz interior.